
Mitin del 8 de enero de 1959 en La Habana. Este plano, rara vez utilizado, muestra al lado de Castro, al colombófilo (persona que se dedica a la cría y adiestramiento de palomas mensajeras) que manipula un reclamo (voz con que un ave llama a otra de su especie, instrumento para llamar a las aves en la caza limitando su voz) para atraer a la palomas hacia el jefe de la Revolución.
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Es la primera biografía que leo de Fidel Castro. Y no me lo explico, ¿cómo con todos los libros que he leído sobre Cuba, sin entrar en la multitud de temas que abarqué porque me interesaban y apasionan la historia, cultura, política y la nación cubanas, nunca me sentí atraída por la vida del hombre? Por supuesto creía que sabía mucho sobre este personaje tenebroso. ¿En qué libro, investigación, periódiocos, películas, documentales, canciones, hechos después de 1959 y ahora en las redes sociales no aparece él como la suprema referencia de la debacle, la ruina, el desastre, la casi muerte de nuestra nación? En todas.
A través de los años, elegir en las librerías o en una biblioteca su biografía nunca me atrajo. Tuve una vez en la mano la Autobiografía de Fidel Castro, narrada en primera persona y dividida en dos tomos, escritos por Norberto Fuentes. Dudé unos momentos con un inusual deseo de leerlos, pero no me los llevé, aunque sabía que eran buenos y revelaban cosas secretas, Fuentes, como sabemos estuvo muy cerca de él siempre, eran amigos muy cercanos. Sabe mucho de su vida. Parece que había leído tanto sobre él creía que no valía la pena leer exclusivamente sobre su vida. Estaba equivocada. Planeo leer los de Fuentes próximamente.
Castro, el desleal, del periodista y escritor francés Serge Raffy, publicado en 2003 en francés y traducido al español en 2006 ha sido una gran revelación. Sí, ciertamente he sabido a través de este libro una buena cantidad de elementos asombrosos, que ignoraba de su vida privada, íntima y me dieron una perspectiva mucho más aclaradora de la verdad que a nivel personal, patológico fue este hombre que cambió mi vida y la de todos los cubanos para siempre. Pero lo que más me impresionó fue su crueldad, su malignidad, su personalidad psicópata.
No voy a hacer aquí una reseña del libro. Sí lo recomiendo a todos los interesados en saber sobre su vida, hasta dónde puede llegar –hasta lo inconcebible– la egolatría y la inmundicia de un líder político que detesta su propio país y a su propio pueblo, excepción hecha de su hermano Raúl Castro Ruz, tan abominable como él.
La paloma como símbolo universal
Solo me detengo en un hecho muy significativo que sucedió el 8 de enero de 1959, cuando Fidel y el ejército rebelde llegaron a La Habana, donde el líder de la revolución daría su primer gran discurso ante las cámaras de televisión, transmitido a todo el país. Este acontecimiento fue trascendente, fue un hito histórico que se transformó de inmediato en la leyenda épica, el vínculo de divinidad que el pueblo cubano le otorgó a Fidel Castro.
Estando el máximo líder de la revolución dando su monumental discurso en el que se destacaban sus referencias y elogios a la paz, la justicia, la libertad que al fin llegaban a Cuba con el triunfo de la Revolución liderada por él, una paloma blanca revoloteó sobre él y de pronto bajó y se posó en su hombro.
Hubo un silencio total en la audiencia. Fidel también dejó de hablar por unos segundos. ¿Qué era eso que acababa de suceder? Para la mayoría del público impresionado aquello era un signo de Dios. Para los católicos sin duda era el Espíritu Santo (en la Biblia aparece siempre en forma de paloma detenida en el cielo sobre Jesús a la vez que se escucha la voz del Padre diciendo: «Este es mi Hijo amado, escuchadle» (Mc 9,7). Para la santería es el dios Obatalá.
La foto que coloco al inicio de este artículo es para mí la más importante, aunque no por supuesto la que inspiró el misticismo, la creencia en el milagro. Esta demuestra la verdad de la mentira erigida en ese instante con el fin de hacer parecer a Fidel Castro como el Mesías. Pongo al pie de la foto, como aparece en el libro Castro, el desleal, que el hombre que aparece detrás como medio escondido, cuyo nombre no he podido encontrar, es especialista en cría y comportamiento de las palomas. Fue él quien untó feromonas en el chaleco de Castro (feromonas: sustancias químicas secretadas por los seres vivos, con el fin de provocar comportamientos específicos en otros individuos de la misma especie. Son un medio de transmisión de señales volátiles producidas en forma líquida, que luego se dispersan por el ambiente). Es lo que le sucedió a las palomas que llegaban al púlpito desde dónde hablaba el máximo líder. Hallé esta sorprendente foto, como dije, en el libro de Serge Raffy. La he buscado en los archivos de imágenes de Google y otros lugares, no aparece. Por eso creo lo que el autor dice, que es una foto raramente utilizada entre las miles que se han reproducida de Fidel y Camilo con las palomas. Así se crean y perpetúan las mentiras que en el imaginario popular se convierten en poderosas leyendas.
No menciono la palabra mito, es muy grande para este hecho. Todo mito es verdad, contrario a la concepción popular, como nos ha dejado claro el gran estudioso de las religiones comparadas Joseph Campbell.
No puedo dejar de mencionar la espeluznante narración, bien documentada, que da el autor de la obra sobre los asesinatos, encarcelamientos por décadas y traiciones que causaron la muerte de los más cercanos, íntimos amigos de Fidel y a la vez, principales jefes de la guerrilla en la Sierra Maestra. Todas estas ejecuciones fueron ordenadas por el propio Fidel Castro.

Tumba de Fidel Castro Ruz en Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
Se dice que allí, donde están las cenizas del dictador, también
aparecen palomas volando por el cementerio que terminan posándose
en la piedra que encierra su urna.
Arriba: Fidel Castro en la cumbre del poder. Debajo, ya
totalmente demente.




Muy buen artículo, Dora. Del libro, de donde extraes el argumento de tu artículo, ya sabemos… es un gran libro. Ojalá y lleguen a muchos, tu artículo y el libro. Saludos.
Irma, gracias a ti que lo citaste en un artículo supe de este excelente libro Fidel, el desleal, de Serge Raffy. Lo compré y lo ley en cuestión de pocos días, Gracias. No dejas de hacer reseñas o recomendaciones, sé que eres una gran lectora y de lectura buena.