El racismo nacional

Black-Lives-Matter

Julio es el Mes de la Toma de Conciencia sobre las Enfermedades Mentales de las Minorías. ¿Qué es eso? Un empeño muy necesario e inaplazable si queremos alejarnos del precipicio que rondamos peligrosamente.

Es una tarea humanitaria divulgarlo. Porque para adquirir la conciencia que nos lleve a eliminar prejuicios y ayudar a los más necesitados y desvalidos en su dignidad y su salud, hay que quitar el estigma que la sociedad y sobre todo las minorías mismas –¿ha visto algún anuncio de medicinas para la depresión donde el deprimido o la deprimida sean de la raza negra?– se han impuesto por sufrir una enfermedad mental y respaldarlos en la búsqueda de tratamiento, medicamentos y terapia para la depresión, ansiedad, estrés postraumático, esquizofrenia, bipolar, psicopatía, estado de pánico, fobias, y otros trastornos muy comunes.

El Departamento de Salud advirtió que las minorías tienen menos probabilidades de recibir un diagnóstico y el tratamiento adecuado de enfermedades mentales; tienen menos acceso a los servicios de salud mental; a menudo reciben asistencia sanitaria de la peor calidad; están insuficientemente representadas en las investigaciones que se realizan sobre estos males.

Una de cada cinco personas padece de alguna enfermedad mental, los negros y los hispanos no son una excepción. Dada su experiencia de vida discriminada y en su mayoría pobre –no porque no quieran trabajar y sean vagos, como repiten los republicanos, sino porque se les niega muchos puestos de trabajo, se les desprecia y considera inferiores, y así como astutamente quieren siempre readjudicar distritos electorales para impedirles votar, los van marginando a las periferias– puede ser que las padezcan más.

Tomemos el caso del francotirador Micah Xavier Johnson, afroamericano de 25 años, que mató a cinco policías e hirió a siete el 7 de julio en Dallas, Texas.

El fuego se inició cerca de las 9 p.m. cuando el movimiento “La vida de los negros importa” llevaba a cabo una manifestación pacífica en protesta por los asesinatos de dos hombres negros a manos de agentes de la policía en Minnesota y Louisiana. Philando Castile y Alton Sterling no eran criminales. Castile era supervisor de un comedor escolar en St. Paul; el personal del colegio y los niños lo querían mucho y han sufrido un gran shock por su muerte injusta, que han visto todos en el vídeo grabado.

Sterling vendía CDs en el estacionamiento de una tienda de Baton Rouge. Mirar los vídeos de estos dos brutales homicidios a quemarropa es una prueba irrefutable de racismo. Si los dos hombres hubieran sido blancos no los hubieran matado. Y no lo digo yo, lo dijo el gobernador de Minessota, Mark Dayton, que llama el asesinato de Castile algo «absolutamente atroz a todos los niveles… Castile estaría vivo si no hubiera sido negro”. En el caso de Sterling, lo único que decía mientras dos policías lo tiraban al suelo y lo agarraban brutalmente contra el piso era: “¿Qué he hecho mal?”. Parece que como respuesta, uno de los policías sacó su pistola y con el cañón puesto en su pecho le disparó entre cuatro y seis balazos. Y lo que la policía hizo con la mujer y la hija de cuatro años de Philando Castile mientras éste se desangraba hasta la muerte en el vehículo, demuestra aún más la crueldad con que muchos agentes tratan a las personas de la raza negra. Pero ella logró transmitirlo todo en Facebook Live. En cuestión de minutos el hecho saltó de las Redes Sociales a la television.

Grandes comunidades negras ya habían salido a protestar en Baton Rouge, al día siguiente era St. Paul, le siguieron Georgia, Missouri, Chicago, Tennessee, Dallas.

Según el jefe de la policía de Dallas, David Brown, el francotirador djo que “estaba molesto con los blancos y quería matar blancos, sobre todo a los oficiales de policía blancos». También dijo que “el fin está cerca”, que tenía “rabia con el movimiento La vida de los negros importa y que “la ciudad entera está llena de bombas que van a estallar”, algo que era mentira. Johnson sirvió en la Reserva del Ejército y pasó varios meses en Afganistán, de donde regresan los veteranos padeciendo, en su mayoría del trastorno por estrés postraumático.

El precipicio social de rondamos tiene tres causas: las enfermedades mentales, la venta de armas de fuego y el racismo.

Johnson murió. Pero puede que surjan francotiradores blancos en otras ciudades.

Cuidado con Donald Trump y su tráfico de tuits con redes supremacistas blancas y neonazis que acaba de destapar The New York Times el miércoles 13. No dejen de leer el alucinante artículo For Whites Sensing Decline, Donald Trump Unleashes Words of Resistance (Para los blancos que se sienten en declive, Donald Trump desata palabras de resistencia), de Nicholas Confessore.

Como Hitler, Trump padece de un grave trastorno mental. No lo indica el artículo, pero debo decir que ese es periodismo investigativo del mejor, y ¿a tiempo?

 

 

 

 

 

La política pasa, el amor es para siempre

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Icono La Trinidad, de Andrei Rublev, 1411? Una interpretación detallada del icono se puede encontrar en: : rezandoconlosiconos.com

En eras como las que nos ha tocado vivir, si somos cristianos y nuestra esencia humana es vulnerada ante tanta maldad –y no me viene a la mente solo el terrorismo, me hiere como dardo envenenado la política de lobos salvajes prestos a despedazar a una mujer inocente que esperaban fuera condenada como criminal y no lo es; una mujer brillante y buena y más que apta para ser la presidenta de Estados Unidos. Me resulta tan inhumano que prefiero hoy no hablar de política, me niego a que el mal me atraiga con su poder para hacer más mal lanzándome al ruedo de un Coliseo Romano ubicado en Washington– nos queda siempre acudir sin demora a la espiritualidad con que nos anima día a día el Espíritu Santo, que nos conduce a una experiencia de Dios fuerte, siempre nueva, a una vida de oración, vida interior que está más allá de las palabras.

Dios es Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Eso lo creemos desde siempre, siempre sin entenderlo. Y como que hemos sacado a Jesús de la Trinidad. Nos han enseñado mal: ¿un Dios que castiga? Pero si Dios es Amor.

Así como en el mundo físico, económico, político, comunicativo ha llegado la era de la globalización, en el espiritual nos hemos adentrado en la segunda era axial.

Los científicos han comprobado que el Big Bang sí ocurrió, fue cuando el Universo tuvo su comienzo, hace 13 o 14 mil millones de años. Los teólogos siempre han sabido que el Universo tuvo un principio, cuando Dios lo creó. Está en el Libro del Génesis en la Biblia. Y ese fue el Big Bang. Noten que en el Libro del Génesis Dios habla siempre en plural: “Dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza’… A imagen de Dios lo creó. Varón y hembra los creó.”(Gen. 1, 26-27). ¿Por qué plural? Porque Dios es Trinidad: Padre, Hijo y Espírítu Santo. Ese Hijo es Cristo que se hizo hombre hace solo unos 2,000 o 2,006 años. Cristo entró en la historia humana y nació pobre, frágil, vulnerable en Belén de Judá, y le pusieron por nombre Jesús, que quiere decir Salvador. Esa fue la encarnación.

La Trinidad es un misterio, y como tal no es para entenderlo, sino vivirlo, entregándonos a ese amor trinitario al cual Dios nos llama.

Dios, es decir, la Santísima Trinidad, es una relación amorosa entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, un amor tan inmenso e infinito que se tiene que dar, quiere darse: a ti, a mí, a todo, para que su alegría y la nuestra sea completa.

Para eso envió a Cristo, cuyo nombre en la Tierra fue Jesús, y aquí vivió 33 años. Y regresó al Padre como el Cristo resucitado, donde existió junto al Padre y el Espíritu Santo desde toda la eternidad. Cristo es el Cosmos, de ahí la naciente teología del Cristo Cósmico. Está escrito: ver Prólogo al Evangelio de Juan; los himnos de las cartas de Pablo a los Colosenses y a los Efesios; Hebreos 1, 1-3; la apertura de la Primera Carta de Juan.

Cristo es el arquetipo de toda vida humana. Nacimiento, vida, dicha y dolor, muerte y resurrección. La Trinidad quiere que seamos parte de su relación amorosa, en su constante fluir de amor. Ese es Dios, al que estamos llamados. ¿Qué importa lo demás, la basura que se da en la Tierra? La política pasa, el amor es para siempre.

El Papa ama a los homosexuales

Diego Nerie Lejarraga
Diego Neria Lejarraga, el transexual español que se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano. Nació niña y se sometió a la operación para cambiar su sexo.

 

Esta semana volvió a ser noticia “el afecto público que el Papa muestra a los homosexuales”. El domingo, en su viaje de regreso a Roma de Armenia, dijo que “la Iglesia Católica y otras comunidades cristianas deben pedir perdón a los homosexuales por haberlos marginado y ofendido por tanto tiempo”.

Como para atenuar el escándalo entre clérigos conservadores antiFrancisco, y poniendo en contexto lo dicho añadió: “Creo que la Iglesia no sólo debe pedir perdón a la persona que es gay y que la ha rechazado. También debe pedir perdón a los pobres y a las mujeres maltratadas y los niños que son explotados por el trabajo infantil …. Y cuando digo ‘Iglesia’ me refiero a los cristianos. La Iglesia es santa, somos nosotros los pecadores.”

Ningún Papa ha hablado así. Hasta hace poco, decir que la Iglesia debe pedir disculpas a los gays habría sido motivo de que la persona fuera censurada, disciplinada o silenciada. Y ahora es el mismo Papa quien lo dice.

En su último libro “El nombre de Dios es Misericordia”, una antología de diálogos recientes con el periodista Andrea Tornielli, se expesa así:
Tornielli: ¿Puedo preguntarle sobre su experiencia como confesor de homosexuales? En la conferencia de prensa en el vuelo de retorno [a Roma] de Río de Janeiro usted dijo la famosa frase: ‘¿Quién soy yo para juzgarlos?’
Papa Francisco: En aquella ocasión dije esto: Si una persona es gay y busca al Señor y es de buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? …. Me alegra que hablemos sobre las personas homosexuales, porque antes que todo existe la persona en su totalidad y dignidad. La gente no debe ser definida solo por sus tendencias sexuales: no olvidemos que Dios ama a todas sus criaturas y que estamos destinados a recibir su amor infinito… Puedo decir que la centralidad de la misericordia, que es para mí el mensaje más importante de Jesús, ha evolucionado lentamente con el paso de los años en mi servicio como sacerdote, como confesor y gracias a las muchas historias positivas y hermosas que he conocido”.

En el Sínodo de la Familia, el Pontífice convenció a muchos líderes de la Iglesia a moderar su duro discurso frente a las uniones homosexuales y admitir que los gays tienen «dones y atributos que ofrecer”.

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Una pareja gay de abraza y consuela después del ataque terrorista en Orlando, FL. Lograron salir con vida.

 

Su esplendorosa exhortación apostólica “La alegría del amor” (Amoris laetitia), en la que el Papa no cambia la doctrina de la Iglesia acerca de la primacía del matrimonio entre un hombre y una mujer y que los hijos deben criarse en una familia formada por un padre y una madre, logra con maestría y transparencia aclarar que la conciencia está por encima de la doctrina. En el Capítulo 8, donde trata a fondo la misericordia ante las situaciones “irregulares” familiares, hay frases que indican que a los divorciados vueltos a casar no se les ha excomulgado ni las familias de cohecho ni a los homosexuales católicos no se les niega la comunion. Hace poco dijo que están equivocados los que creen que los matrimonios cristianos deben ser como los conejos, el sexo lo hizo Dios porque es bueno y es una parte vital de la pareja para su pleno disfrute y union.

“El papel y la primacía de la conciencia es una antigua tradición católica. Santo Tomás de Aquino dijo que prefería ir en contra de la enseñanza de la Iglesia que en contra de su conciencia. El Concilio Vaticano II escribió: «La conciencia es el fuero interno del hombre, y es su santuario. Ahí está solo con Dios, cuya voz escucha en lo más profundode su ser” (Gaudium et Spes, No. 16), (Amoris laetitia).

Pero además de palabras Francisco expresa su posición con gestos: En su viaje a Washington en 2015, se reunió con un amigo gay, Yayo Grassi, y su pareja de 19 años, Iwan Bagus, a quienes abrazó y besó en la mejilla.

Invitó a almorzar a un hombre transexual en el Vaticano el 24 de enero. Diego Neria Lejarraga, un católico que nació niña, le había escrito al Papa el año pasado diciendo que había sido «marginado» por la Iglesia en Plasencia, Extremadura, de donde es él. En la carta le dijo que quería explicarle lo que es ser transexual, y que un párroco le había llamado «la hija del diablo.»

Francisco llamó a Lejarraga dos veces en diciembre y lo invitó a almorzar en el Vaticano.

Durante el encuentro el Papa le expresó que Dios ama a todos sus hijos “como son.” Y: “Tú eres un hijo de Dios y la Iglesia te ama y te acepta como eres.» Durante la reunión, Lejarraga, que fue con su prometida, preguntó si después de su cambio de sexo, habría «en algún lugar de la casa de Dios un lugar para él.» Francisco le respondió abrazándolo.

Diego y su novia
Diego Neria Lejarraga, izq., con su novia Leonor. Ambos almorzaron con el Papa en el Vaticano.

 

 

 

 

Más allá de los márgenes: tres poetas LGBT

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Junio es el Mes del Orgullo Gay, ahora Orgullo LGBT, porque es inclusivo. Lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros marchan con sus banderas de colores con risas, gritos y cantos de aparente alegría y verdadera solidaridad. Como si de verdad fuera el orgullo jocoso de ser lo que son, y la vida de ellas y ellos fuera lo que parece: un carnaval. Pero no es verdad. Hay rabia justificada, colectiva e individual: discriminación, rechazo familiar y social, burlas, golpes, soledad, muerte. La vida vivida se alivia cuando se juntan en público. La marcha marca su existencia en este mundo en el que se tienen que esconder para tomarse de las manos. Aquí van mostrándose ante el mundo, muchos con su ser amado del mismo sexo abrazados, besándose sin miedo ni vergüenza, son ellas y ellos, que afirman su identidad.

“No soy el hijo de mi padre. Él quería macho, le salí mujer. Él quería bravura, soy mariquita. Quería duros puños, le di mis muñecas rotas [gesto afeminado en que se bajan las manos por las muñecas]… Él avergonzado cuando le dijeron ‘tu hijo es un maricón’. Quedó destrozado… El sueño que tenía para su hijo, roto, sueño que jamás sería, porque su hijo estaba infestado con una enfermedad que se llama transexualidad. Para él yo estaba maldito, para mí era la libertad. Una libertad que anhelaba, ¿pero a qué costo? ¿Cómo la pagaría? La pagué. Son las cicatrices que tengo en mi carne y las huellas que marcan mi piel. Anhelaba ser la mujer que no nací, pero que sentía en cada fibra de mi existencia. Yo no soy el hijo que tú querías, soy una muchacha, le grité. No hubo palabras, solo sus lágrimas hablaron”.

Era Yesenia Almaguer, pintora y poeta; una bella mujer que nació hombre en Miami, de padres cubanos. Llevaba un vestido de colores con el rostro de Frida Kahlo, pintora mexicana bisexual, en su pecho. Me conmovió la voz temblorosa y el estado entre nerviosa y atrevida de esta mujer transgénero leyendo aquellos versos delante del público que el martes 21 de junio se hallaba reunido en Books and Books. La magnífica lectura de poemas y preguntas y respuestas que siguieron fueron un verdadero acontecimiento para los que, como yo, nunca habíamos presenciado un hecho así. El evento fue posible gracias a Miami Book FairReading Queer y The Whimsical Project.

“Quiero encender una protesta para reunir a todos los místicos en un solo lugar donde podamos decir esa única verdad que arrastre la humedad del aire y cree océanos bajo nuestros pies, que les recuerde a todos que estamos aquí desde la Creación. Quiero también invocar la Biblia, para que diga que en el principio era la Palabra, y que esa Palabra llenó el universo de maravillas que los hombres no pueden dejar de ver. Quiero llamar con urgencia esos nombres y la energía definitoria que habita en ellos para dejar que las bocas de nuestros enemigos nos muestren que ellos siempre supieron que fuimos definidos por el poder … Quiero con diamantes hacer añicos las ventanas del cielo para reunirnos delante del trono de Dios, vestidos de estrellas y llevando en nuestras manos todos los planetas, preguntándole a los ángeles: ¿No somos hermosos? ¿No es cierto que el viento y los ríos cantan nuestros nombres?”

¡Qué extraordinario poeta es el jamaiquino J. Winston Jame! Recitó cuatro poemas sobre el inenarrable sufrimiento que conlleva ser negro gay. Poemas de una fuerza dolorosamente erótica. James fue un importante activista en la comunidad LGBT de Nueva York. Es además de gran poeta,  ensayista y narrador de ficción.Es autor de Lyric: Poems Along a Broken Road, The Damaged Good,  el libro de cuentos Shaming the Devil; es editor de Spirited: Affirming the Soul and Black Gay/Lesbian Identity y de Voices Rising: Celebrating 20 Years of Black Lesbian, Gay, Bisexual and Transgender Writing. Ha publicado poesías en numerosas revistas y antologías; ha ganado varios premios y becas. 

El último poeta fue un joven nacido en Cuba. Solo retengo una poesía en la memoria: Redemption, terriblemente hermoso. Este es un tema recurrente en su obra. José Villar Portela está terminando su doctorado en Literatura Hispanoamericana, con una tesis: «Sexual Poetics in Contemporary Cuban Culture», en la Universidad Internacional de la Florida, donde es también maestro. Sus poemas han aparecido en varias publicaciones. Es editor de la revista literaria Jai-alai y director de programación de Reading Queer. También trabaja para O, Miami Poetry Festival.

Su mayor miedo era que su madre se enterara de que era gay. Logró llegar al high school sin que ella lo supiera, dice el poeta y activista. Desde niño sufrió el bullying constante de sus compañeros. Un día estaba haciendo una presentación en el auditorio cuando se le acercó un muchacho y le dio un puñetazo en la cara. A la vez, la novia del estudiante había ido a ver a su madre, que era maestra de su mismo High School, para decirle que su hijo era maricón. Y después sucedió lo que jamás imaginó: su madre le dijo: “Como seas te voy a querer toda la vida, eres mi hijo y te amo”.

La presentación fue moderada por Omar Figueras y Michèlle Jessica Fièvre. Puede ver el vídeo del acto completo en: http://livestream.com/uastreaming/beyondmargins de la librería Books and Books.

 

El aspirante a primer dictador

 

GOP 2016 Trump

Yendo en contra de mi deseo y de mi salud física y espiritual diré algunas cosas, pero solo algunas, porque me voy a enfermar de lo tóxico que es: me refiero al aspirante y candidato a primer dictador estadounidense, Donald Trump.

Lo hago por un sentido de deber, principalmente ante ciertos cubanos a quienes escucho decir sin pudor ni luz interior alguna que van a votar por este descendiente de inmigrantes alemanes –Frederick y Elizabeth Trump–, que parece llevaban en sus genes rastros malos.

Con tal de hacer un dólar más en su nueva tierra, “América”, y así ir llegando arriba, ganar más dinero que nadie, Frederick, el abuelo de Donald, era capaz de hacer lo que fuera, y lo hizo: los negocios que lo llevaron a amasar su primera fortuna fueron traficar alcohol y crear prostíbulos. Era mentiroso y fraudulento, y en un segundo viaje a Alemania para casarse, fue expulsado de su patria y despojado de su ciudadanía por haber burlado el servicio militar. Lo mismo hizo Donald, valiéndose de mil artimañas durante la guerra de Viet Nam. Es un desertor, pero no por valores humanos en contra de la guerra ni por principios cívicos, sino por cobarde. Jamás ha hecho nada por su país, excepto robarles a miles de estadounidenses sus inversiones, ahorros y planes de retiro a través de sus empresas que declaró en bancarrota mientras más millones acumulaba él en sus cuentas. (Ver: How Donald Trump Bankrupted His Atlantic City Casinos, but Still Earned Millions. The New York Times, 11 de junio de 2016; As its stock collapsed, Trump’s firm gave him huge bonuses and paid for his jet. The Washington Post, 12 de junio de 2016). Muchos de los que perdieron dinero eran accionistas de la clase media que creyeron en Trump.

El magnate vanidoso se presenta como el gran protector de los trabajadores y de los puestos de trabajo que creará cuando sea presidente, pero otra investigación del diario USA Today descubrió que cientos de personas –carpinteros, obreros de mantenimiento, empleadas, incluso abogados suyos– dicen que él no les paga su salario y lo han demandado.

De acuerdo con otro reportaje de USA Today, del 2 de junio de 2016, Trump ha estado implicado en unas 3,500 demandas: 1,900 en las cuales él ha sido el demandante y 1,300 el demandado. “Un hecho sin precedente para un candidato presidencial”, dice el titular del periódico.

Pero si en los negocios es oportunista, sucio y manipulador, en política es peor. Se ve su estirpe intimidatoria y caudillista. Y es que en este terreno él pensó –si es que piensa, me intriga cómo trabajan los caminos neuronales de su cerebro– que el país sería como uno de sus casinos. Sabemos que muchos congresistas republicanos han declarado que no votarán por él, pero los líderes del partido decidieron respaldarlo si “se dejaba llevar por el libreto”. Lo cual hizo por unos días. Es decir: no hablar por sí mismo ante el micrófono para que no soltara los disparates, torpezas y amenazas que alarman a gran parte del país y a los líderes mundiales sino que leyendo del libreto, sus palabras reflejen los ideales y principios conservadores que quieren presentar los republicanos. Pero su soberbia y estupidez lo han hecho dejar el libreto de nuevo después de los discursos de Obama y Hillary Clinton tras la horripilante matanza de homosexuales en el bar gay de Orlando. Entonces habló él también ese domingo sangriento. Por primera vez lo escuché utilizar la frase “Islamic radicalism”, y todo su discurso fue acerca de que ni Clinton ni Obama mencionaban esa frase, e insinuó varias veces que Obama estaba de acuerdo con los terroristas, que formaba parte de ellos.

El lunes un enojado, pero sereno y brillante Barack Obama habló desde la Casa Blanca refiriéndose directamente al discurso de Trump de la noche anterior, y explicando detalladamente su política exterior, y que no se puede prohibir la entrada de musulmanes al país, cuando muchos son nuestros aliados para luchar contra ISIS, Al Qaeda, etc. Pero sobre todo porque hacerlo no forma parte de los valores inclusivos, tolerantes, democráticos de esta gran nación compuesta por inmigrantes. ¿Culpar a toda una religión por lo que hace menos del 6 por ciento de ellos, los yihadistas que se dicen musulmanes sin serlo, porque asesinan en nombre de Dios? Un discurso nada complicado para quien tenga un mínimo de conocimiento de la política y el mundo actuales, fue transparente y al grano. Trump tronó cuando habló de nuevo, sus gritos más altos eran sobre lo incomprensible del discurso de Obama.

Está claro que uno de los mayores obstáculos de este millonario tan pobre –solo tiene dinero– es que no entiende. Por eso gritaba fuera de sí: “¡Nadie entendió lo que dijo el presidente!”.

El aspirante a dictador tiene la inteligencia de lo que en Cuba llamamos un ñame. ¿Me entienden mis compatriotas republicanos? Es un hombre malo.

 

 

 

Madam President? Yes!

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¡Cuántas cosas estoy aprendiendo de esta guerra fiera que es la carrera por la presidencia de Estados Unidos en 2016! Esta campaña ha revelado mucho, es una experiencia transformadora lo que estamos conociendo; como si la conciencia nacional hubiera estallado, se hubiera iluminado ante una verdad o varias verdades que permanecían ocultas y han lanzado el grito de ¡no más¡ Es el aullido de todo un pueblo, parte de ese 99% al que tanto se han referido Bernie Sanders y Hillary Clinton que está exprimido, agotado, lleno de ira contenida, con más horas de trabajo sobrecargadas, y menos salarios; sin ver un sentido en sus vidas, ni un propósito que los mueva, sin esperanza ante la injusticia y crueldad del 1% de la población que le importa un carajo el sufrimiento de sus conciudadanos. Los multibillonarios están ebrios de placer en su idolatría a la riqueza, la vanidad y el egoísmo. De eso se trata queridos lectores, esa es la raíz de la desigualdad: la banalidad del mal.

Escucho los discursos de los aspirantes a la candidatura, a los congresistas, y sobre todo, observo, oigo lo que tienen que decir los ciudadanos. Es más que asombroso, inexpresable a lo que ha llegado Estados Unidos. Que un Donald Trump sea el candidato a presidente del Partido Republicano, con el respaldo de sus líderes.
Doy gracias a Dios por el triunfo de Hillary Clinton, la primera mujer nominada a la presidencia de Estados Unidos. ¡Que noche la del Supermartes! Y será la presidenta, lo vaticino, para el bien de la nación que clama por salir del barranco moral al que nos han arrojado los republicanos. No lo olviden: admitieron ante la prensa que los comentarios de Donald Trump sobre el juez de ascendencia mexicana, Gonzalo Curiel, eran racistas, pero lo siguieron respaldando para la presidencia. Hipócritas, lo único que le reprochan a Trump es que dijo abiertamente lo que todos ellos sienten, pero no lo hablan en público: Paul Ryan y el inefable Mitch McConnell son racistas hasta la médula.
Pero vallamos a mi primera enseñanza de esta laboriosa campaña por la Casa Blanca: Nunca imaginé que los estados de New Hampshire y Vermont, donde he estado admirando sus pueblos y paisajes, su aparente cultura y su genuina belleza fueran lugares tan infernales: dos de los estados con mayor número de adictos a la heroína y otras drogas letales. Hillary se comprometió a hacerle frente a esa desgracia, que es una terrible realidad nacional.

De acuerdo con un estudio realizado por la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias, 23.5 millones de personas necesitaron tratamiento médico por el alcoholismo o uso de drogas ilícitas en el 2009. Mire la cifra del 2015: 40 millones de alcohólicos o adictos a otras drogas duras. Un verdadero infierno de sufrimiento humano.
En el 2014, 47 millones de estadounidenses vivían bajo el nivel de pobreza. ¿Y sabemos cuál es el tan mencionado “nivel de pobreza”? $23,800 anuales para mantener una familia de cuatro. Saque cuentas. Y los 47 millones viven con una entrada por debajo de esa cifra. Imagínese ahora lo que yace bajo esta cifra: 16 millones de niños en Estados Unidos pasan hambre. Es decir 1 de cada 5 niños vive en hogares donde la lucha diaria es poner comida en la mesa. Estos niños sufren. El hambre infantil es algo devastador. Los niños hambrientos son más propensos a experimentar problemas de salud. Estas criaturas tienden a tener problemas de aprendizaje y tienden a padecer de problemas cognitivos y emocionales.

No culpen a Obama. Este desastre lo heredamos de George W. Bush, que dejó al país en bancarrota en 2008. Que nadie lo olvide, el actual presidente ha gobernado con una obstrucción –filibuster–republicana sin precedentes.

Dos cuestones son imperativas ahora: que los demócratas ganen el Senado para que los principales proyectos de ley –atención de salud, educación de universidades públicas gratuitas para todos, hacerle frente a la desigualdad, aumentar el salario mínimo, eliminar la ley Citizens United aprobada por la Corte Suprema, ley nefasta que anula los límites a la suma de contribuciones que un individuo puede aportar a candidatos, partidos y comités de acción política durante una campaña electoral, lo que ya sabemos aumentó la influencia de los donantes más ricos. De acuerdo a The Hill, un sitio web sobre política, que es muy leído por la Casa Blanca y el Congreso esta campaña electoral costará 5 mil millones de dólares, la más cara en la historia.

La seguna cuestión urgente: que Bernie Sanders acepte su derrota y que contribuya a unificar el Partido Demócrata convenciendo a sus seguidores que voten por Hillary Clinton.

Que Donald Trump no llegue a la Casa Blanca. Es el mayor peligro que hoy confronta el país. El peor.

Initiation: You Are Not in Control

Todos los días me alimento temprano en la mañana, como parte de mi oración diaria, de una meditación de Richard Rohr, director del  Center for Action and Contemplation, y hoy quiero compartir esta con ustedes. ¿Se han sentido fuera de control alguna vez, que se les ha ido de la mano? Magnífico, debemos soltarlo todo, todo, para ser verdaderamente felices. No tener control sobre nada, qué maravilla!

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Richard Rohr

To be in control of one’s destiny, health, career, or finances seems to be an unquestionable cultural value. On a practical level it may be partially true, but not on the bigger level. Our bodies, our souls, and especially our failures, teach us this as we get older. We are clearly not in control. This is not a negative discovery, but a thrilling discovery of divine providence; being led, used, and guided; having an inner purpose and a sense of personal vocation; and owning one’s destiny as a gift from God. Learning that you are not in control situates you correctly in the universe. You know you are being guided, and your reliance on that guidance is precisely what allows your journey to happen. What freedom and peace this can bring!

But I must warn you: initially this new empowerment will feel like a loss of power, almost a step backward. You will now need a deepening of faith to go forward. The Twelve Step programs have come to the same counterintuitive insight. You must get through that most difficult first step of admitting that you are powerless before you can find your true power. As Gerald May, one of my own teachers, so rightly said, willfulness must become willingness in the world of Spirit:

Willingness implies a surrendering of one’s self-separateness, an entering-into, an immersion in the deepest processes of life itself. It is a realization that one already is a part of some ultimate cosmic process and it is a commitment to participation in that process. In contrast, willfulness is a setting of oneself apart from the fundamental essence of life in an attempt to master, direct, control, or otherwise manipulate existence. More simply, willingness is saying yes to the mystery of being alive in each moment. Willfulness is saying no, or perhaps more commonly, “Yes, but. . . .” [1]

The needed virtues in the first half of life are quite rightly about self-control; in the second half they are about giving up control. That is a major switch and why I wrote the book Falling Upward. Initiation rites attempted to give a young man the essential life messages early, even before he was fully ready to hear them. Such rites universally tried to prepare a young man for what I call the great defeat, the necessary recognition that you are not really running the show, and any attempt to run it will ruin it. The intense self-will of the autonomous ego must eventually be disillusioned with itself.

Having control is a major desire and need in the early years of life, yet many hold on to it until their last breath. Try practicing to release control early; it will make your second half of life much happier. Practice in small ways, such as contemplative prayer itself, which is habitually “consenting to God’s presence and action within,” as Thomas Keating puts it. Gradually you will be ready for greater surrenders to grace, until you are finally ready for the big letting-go called death.

Powerlessness was often taught by subjecting the young seeker to periods of extended silence and solitude, usually accompanied by fasting—experiments in surrender, under-stimulation, and nonperformance—so one could plug into another and deeper Source. This normally had to be done in nature, so the young man could participate in something inherently greater than himself. The young man was also trained in very practical ways—shocking to us—by various forms of trial, communal life, and hierarchy. Somehow he had to practice not always getting his own way. The lesson was too central and crucial to wait for his marriage and children, failing health, or deathbed to teach him.

Surrendering to the divine Flow is not about giving up, giving in, capitulating, becoming a puppet, being naïve, being irresponsible, or stopping all planning and thinking. Surrender is about a peaceful inner opening that keeps the conduit of living water flowing. It is a quiet willingness to trust that you really are a beloved son or a beloved daughter, which allows God to be your Father and Mother. It really is that simple, which for the human ego is very hard.

Gateway to Silence:
From death to life

References:
[1] Gerald G. May, Will and Spirit: A Contemplative Psychology (HarperSanFrancisco: 1982), 6.

Adapted from Richard Rohr, Adam’s Return: The Five Promises of Male Initiation (The Crossroad Publishing Company: 2004), 67-71, 163.

 

 

 

The Prayer: Celine Dion & Josh Groban

Para nosotros, en un día como hoy, lleno de amor y esperanza por un eterno ahora, en que las sombras se disipan ante la certeza de que todo es verdad. La única verdad. Es mi oración. La letra lo dice todo, la copié abajo.

 

«The Prayer»

I pray you’ll be our eyes, and watch us where we go.
And help us to be wise in times when we don’t know
Let this be our prayer, when we lose our way
Lead us to the place, guide us with your grace
To a place where we’ll be safeLa luce che tu hai
I pray we’ll find your light
nel cuore restera
and hold it in our hearts.
a ricordarci che
When stars go out each night,
eterna stella seiThe light you have
I pray we’ll find your light
will be in the heart
and hold it in our hearts.
to remember us that
When stars go out each night,
you are eternal star
Nella mia preghiera
Let this be our prayer
quanta fede c’e
when shadows fill our day
How much faith there’s
Let this be our prayer
in my prayer
when shadows fill our day
Lead us to a place, guide us with your grace
Give us faith so we’ll be safeSognamo un mondo senza piu violenza
un mondo di giustizia e di speranza
Ognuno dia la mano al suo vicino
Simbolo di pace, di fraternita

We dream a world without violence
a world of justice and faith.
Everyone gives the hand to his neighbours
Symbol of peace, of fraternity
La forza che ci da
We ask that life be kind
e il desiderio che
and watch us from above
ognuno trovi amor
We hope each soul will find
intorno e dentro se
another soul to love

The force his gives us
We ask that life be kind
is wish that
and watch us from above
everyone finds love
We hope each soul will find
around and inside
another soul to love
Let this be our prayer
Let this be our prayer, just like every child

Need to find a place, guide us with your grace
Give us faith so we’ll be safe
Need to find a place, guide us with your grace
Give us faith so we’ll be safe

E la fede che
hai acceso in noi,
sento che ci salvera

It’s the faith
you light in us
I feel it will save us

 

La noticia que no se cubre

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Mi amado Jesús, llego a ti hoy ansiando tu presencia. Deseo amarte como tú me amas. Que nada me separe jamás de ti. Señor, concédeme la gracia de tener libertad de espíritu. Limpia mi corazón y mi alma para que viva contenta en tu amor.

Ayúdame a recordar que tú me diste la vida. Te doy gracias por el regalo de mi vida. Enséñame a ir más despacio, a estar tranquila y disfrutar los placeres que creaste para mí, a estar consciente de la belleza que me rodea. Maravillarme ante los valles y los árboles, la calma de los lagos, la fragilidad de una flor. Necesito recordar que todas estas cosas vinieron de ti.

Dios está conmigo, más aún, Dios está dentro de mí. Quiero permanecer por un momento, quizá por todo este día en la presencia del Dios de la vida, en mi cuerpo, en mi mente, en mi corazón, mientras permanezco sentada aquí, ahora mismo. Porque en ti vivimos, nos movemos y somos.

Este tiempo Pascual poderoso en que hacemos memoria viva de la resurrección de Jesús; por las lecturas bíblicas diarias que me han fortalecido y colmado de la esperanza que tanto necesito; por las experiencias eucarísticas en las que he comido el cuerpo de Cristo y he bebido dichosa su sangre por mi fe sabiendo con plena certeza que es su presencia real la que me posee y transforma en él, afirmo lo mismo de Pablo: ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí. De estos días comparto dos lecturas maravillosas, para leer varias veces, meditando cada palabra dicha por Dios.

La Palabra de Pascua: Juan 14, 23-29. Jesús le respondió: “Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado.

Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.

Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo. Saben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo.

Les he dicho estas cosas ahora, antes de que sucedan, para que cuando sucedan ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, pues se está acercando el príncipe de este mundo. En mí no encontrará nada suyo, pero con esto sabrá el mundo que yo amo al Padre y que hago lo que el Padre me ha encomendado hacer. Ahora levántense y vayámonos de aquí”.

Juan 16, 12-15. Jesús les dijo: “Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora. Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad.

El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir. El tomará de lo mío para revelárselo a ustedes, y yo seré glorificado por él. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío para revelárselo a ustedes”.

Hemos estado viviendo los 50 días de la Pascua, que comenzó el Domingo de la Resurrección del Señor, y ahora llega a su fin pasado mañana. Jesús se va, después de estar entre nosotros manifestándose resucitado ante los apóstoles y cientos de discípulos y el pueblo por toda Galilea, Jerusalén y otros lugares de lo que hoy llamamos Tierra Santa. Lo vieron, lo tocaron, comieron con él sus discípulos, Cristo les preparó la comida, ellos dieron testimonio de todo ello. Ahora nos toca esperar su segunda venida, que nos ha anunciado. Pero mientras llega el anhelado Reino de Dios, el fin de este mundo deshecho y sufrido, Él nos enviará el Espíritu Santo. Vendrá un día que se llama Pentecostés, del cual hacemos memoria en toda la Iglesia celebrándolo por todo lo alto, con razón y fe, este domingo 15 de mayo.

Hermanos, esta es la gran noticia que no da la prensa.

“Ven, Espíritu Santo, sin ti no hay vida que valga la pena, por eso, desde mis dudas, temores, cansancios y debilidades quiero invocarte. Ven, Espíritu Santo, a regar lo que está seco, ven a fortalecer lo que está débil, ven a sanar lo que está enfermo. Transfórmame, restáurame, renuévame con tu acción íntima y fecunda”.

 

 

 

La patria verdadera

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Varias veces he dicho con convencimiento y esperanza que cuando Estados Unidos levantara el embargo a Cuba, me iría a vivir allá. Si aguardaba por ese acontecimiento que muchos esperamos, era porque podría recibir en un banco cubano el dinero de mi retiro y mi pensión para poder mantenerme sin ayuda monetaria de nadie. El dinero me daba, pensaba ilusionada, para vivir bien en mi patria los años finales de mi vida.

Aclaro, vivir bien en Cuba significa no pasar hambre, poder comer y de vez en cuando ir a buenos paladares que te ofrezcan “las delicias del mar”, como dijo Fidel hace poco refiriéndose a los placeres que los turistas disfrutan. Vivir bien en Cuba significa no carecer de agua de manantial o purificada embotellada para no enfermarse con los parásitos que produce el agua nacional que corre podrida por las tuberías, llevando en ellas parásitos tales como giardias, unas babosas que se pegan a las paredes del intestino e impiden la absorción de los alimentos; lombrices (áscaris lumbricoide), entamoeba histolytica (que produce quistes internos); toxoplasma gondii (que tiene una alta prevalencia en la población general), fasciola hepática, llamada también “duela del hígado”, ya se podrán imaginar, etc. (Revista Cubana de Alimentación y Nutrición, Volumen 23. Número 1 (Enero – Junio del 2013):130-138.

Hubiese querido también alquilar un apartamento o un amplio y hermoso cuarto en una casa de huéspedes –me viene a la mente La montaña mágica de Thomas Mann, no sé por qué– en un buen barrio de La Habana; integrarme a la Iglesia y a una comunidad en alguna parroquia, incorporarme a alguna obra pastoral; visitar a la poca familia que me queda allá; caminar por las calles, tomar el fresco del Malecón, ir a teatros y cines, actos culturales, viajar por la isla y conocerla toda, ¡mi sueño tan maravilloso y ahora asequible! Por fin vivir, experimentar máximamente el presente, respirar, morir en mi país natal.

No estaba en mis planes formar parte de ningún grupo opositor, he vivido 54 años en Estados Unidos, 30 de ellos escribiendo desde mi posición de izquierda democrática, en Miami. Por tanto estoy acostumbrada a la oposición política en un lugar hostil, porque aunque no te arrastren por la calle y te entren a golpes, como en Cuba, aquí te trituran y hacen de tu persona, a través de la calumnia constante de diferentes patrioteros de la industria anticastrista, una no persona, persona non grata, estoy acostumbrada. Pero eso no importa ya. Soy lo que aquí llaman liberal, soy demócrata, y estamos de fiesta por el triunfo de Hillary Clinton en Nueva York. Le pido a Dios que logre la presidencia, y que el nuevo Congreso sea de mayoría demócrata, porque esta, mi segunda patria, necesita un cambio radical en el que ya está encausado gracias a la labor de Barack Obama, frenado hasta la asfixia por el obstruccionismo bovino de los republicanos. Pero falta mucho por hacer para mejorar la justicia social, desmantelar lo que Hillary bien llama el “racismo sistémico” y la verdadera prosperidad a un pueblo cada vez más aplastado por el 1 por ciento de la población multibillonaria hedonista a la que, según estudios bien fundamentados, ya no le interesa “crear empleos”. Sin detenerme a argumentar y aplaudir una política exterior que siga el curso ya emprendido: diplomacia, diálogo, negociaciones, no apretar más los puños cerrados y soltar bombas. Basta de guerras. Ya Bush y Cheney casi destruyeron a Irak, a Estados Unidos y al mundo dando paso al yihadismo, con el cual no se puede intentar diplomacia alguna. Hay que acabar con la hidra islamista.

Como decía, la inmensa mayoría de mis artículos en este periódico, y en mi primera etapa de esta profesión, documentales para la televisión, ha sido sobre el tema cubano, siempre promoviendo la democracia, la justicia, los derechos humanos, la paz. He logrado solo cumplir con mi conciencia. Ahora estoy, al fin, retirada. Pero sigo la lucha por la libertad.

Al ver el pánico de la cúpula gobernante cubana ante el excepcional y honesto discurso de Obama –que se está repartiendo por las calles a todo el pueblo en CD– a la nación, y las conclusiones del VII Congreso del PCC, me pregunto ¿qué va a pasar? ¿Tendré de nuevo que resignarme a esperar? ¿Me dejarán entrar a mi país? ¿Moriré aquí, me enterrarán aquí? Pero, ¿es que no me acabo de dar cuenta? Todo me indica que Dios no me quiere en Cuba, sino con él, en la Patria verdadera.