3 comentarios sobre “

  1. Nuestro corazón puede florecer o morir, regocijarse o hundirse en la soledad y la autocompasión; puede expandirse o asfixiarse; nos da la vida y nos habla, con sus pulsaciones, una lengua ancestral que no hemos aprendido a escuchar, ya que tenemos demasiado ocupada nuestra mente! Seguir el corazón significa caminar en la mejor línea del tiempo, para nosotros y para todos los que nos rodean! En el corazón todo se vuelve simple, pero también grande y valioso! Es posible que la fuerza gravitacional sea mayor en la Habana, que la isla toda posea el peso de atracción de los agujeros que aunque negros, arrastran! Eso explica en cada desterrado el temblor en las entrañas por volver! Saludos, Dora, y gracias por dejarnos ojear páginas de tu diario íntimo!

    1. Gracias Irma, por leer mis escritos deprimentes, sé que lo deben ser para la mayoría de quien tiene el aguante o la paciencia de leerlos. No sé por qué lo haces, te lo digo con honestidad y por eso mi agradecimiento es doble. Yo misma los leo cuando termino y edito, y reconozco este padecimiento decididamente patológico. No es normal ni sano que una persona que salió de Cuba siendo una niña llegue a la vejez con una añoranza tan paralizante,con un impedimento tan fuerte de ser feliz sin la quiebra de una nostalgia que alguien lo definió con una frase que lo encierra todo: «la vida está en otra parte», que sabemos fue Milan Kundera, otro exiliado. Esa parte para mí se llama Cuba, mi paraíso perdido. Pienso que la expulsión de Adán y Eva del Edén, que como muchos pasajes de la Biblia, no es un hecho verídico, pero sí un mito maravilloso que se nos da como una gran enseñanza, para decirnos una gran verdad sobre el destino del ser humano, sus males, sus caídas, sus alegrías, su dicha. En mi caso y en el de cientos de miles si no millones de seres humanos, la necesidad del regreso.

      Gracias de nuevo, querida amiga, tan perceptiva e inteligente. Escribe más, Irma, tus poesías dan vida. Dolida o feliz, pero vida que se vive en la diáspora, integrada a un lugar hermosísimo: Nápoles.

      1. Nada que agradecer, amiga! Leo tus escritos porque en ellos hay la historia de un ser humano que ha vivido y vive intensamente. Un ser real que tiene historia como para construir un buen personaje novelesco. Cierto que tus vivencias han sido tristes, pero también hermosas. Te leo también porque te sé muy sola y este es el modo en que puedo, como samaritana, cumplir mi deber de consolar. Gracias por animarme a seguir escribiendo. Viniendo de ti, profesional de las letras, es un alto elogio y un incentivo para no abandonar. Sigue escribiendo también tú, además del valor histórico de tus memorias, es muy buen ejercicio terapéutico y quién sabe si la magia de los sueños vertidos en palabras logre cumplir tus sueños. Que tengas un excelente día. Un abrazo fuerte.

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