Acerca de mí

Dora Amador. Periodista cubanoamericana radicada en Estados Unidos desde 1962. Fue editora y columnista del periódico El Nuevo Herald y jefa de redacción, editora de reportajes y documentalista en el Canal 23, Univisión, e hizo un documental para el Canal 51, Telemundo. Tiene una Maestría en Literatura Comparada de la Universidad de Puerto Rico. Ganó el «Guillermo Martínez Márquez Excellence in Journalism Award» por un artículo investigativo y cuatro Emmys por documentales transmitidos por los canales 23 y 51. Publicó el libro La sonrisa disidente (1998). Todas las columnas publicadas en El Nuevo Herald, los documentales de TV y el libro se pueden conseguir en el Cuban Heritage Collection de la Biblioteca de la Universidad de Miami.
Documentales:
El exilio cubano, trauma y triunfo, Canal 51, 1989.
25 años de la Crisis de Octubre, Canal 23, 1987. (Presentadores: Carlos Alberto Montaner, Carlos Franqui y Luis Aguilar León.
Qué será de mí –entrevistas a discapacitados y marginados que reciben asistencia de United Way, Canal 23, 1986.
Historia del exilio, presentado por Rolando Barral y Lucy Pereda. Canal 23, 1985.

La celebración de los 60 años de mi abuela, Evange-2

Atesoro esta imagen de toda mi familia, porque es la única que trajimos de Cuba. A partir de 1959 estalló la desbandada y el desastre, casi la mitad vino para el exilio, otros militaban en el Partido, otros no, pero se quedaron allá. Todos están muertos, dispersos en distintos cementerios: Tampa, Nueva York, Miami, Pinar del Río, La Habana. Estamos vivos los que aquí aparecemos niños o adolescentes, la otra generación, que ya es vieja.

Primero fue el caos de la adolescencia en el exilio, después la rebeldía y la intemperie en un Nueva York cómplice y deslumbrante, los años universitarios, mi amor y posterior endiosamiento de la literatura y los escritores, la nostalgia de la patria y el anhelo del regreso, las relaciones amorosas, el frenesí de la cama –como diría Susan Sontag, una intelectual atea que un día admiré– la política, la entrega a la lucha por la libertad de mi país. Y llegó la crisis, fue como un inmenso vacío espiritual, era la falta de sentido de la vida de la que cobré consciencia.

Abajo verán un detalle de la foto de arriba, trabajado por supuesto. Lo hice por dos razones: es la única foto en que aparecen mis padres juntos, y mi hermana y yo con ellos. Al poco tiempo, de tomada la (para mí) histórica foto se divorciaron, algo que marcó nuestra vida para siempre.  El abandono nunca nos abandonó. La otra razón es porque quería que se viera mejor el cuadro del Sagrado Corazón de Jesús colgado en la pared detrás de mí. Era un símbolo hogareño, que después fue sustituido por imágenes de Fidel Castro y el Che Guevara. No por mi abuela ni por mi tía que se quedó viviendo en nuestra casa –la «casa de abuela» como era conocida– y a quien le fusilaron al marido en 1960, sino por su hijo, mi primo querido de la infancia, que creció y como otros, se hizo marxista.

El nuestro es el típico y doloroso caso de una familia cubana dividida por la política y el exilio. Pero todo eso está superado ya, el amor familiar es más fuerte que toda posición política.

La niña del lazo soy yo, Dora Amador Morales, cargada por mi madre, Zoraida Morales Ramos. A mi lado se encuentra mi padre, Pedro Amador, delante de él, la niña que ríe, es mi hermana, Zoraida. A su derecha está mi tía abuela y madrina, Estela Ramos Miranda, a quien siempre llamé “mime” con mucho cariño, fue otra madre para mí. A su derecha está su hermana, mi abuela Evangelina Ramos Miranda, alias Villa, la matriarca venerada por sus ocho hijos y no sé cuántos nietos y biznietos. 

He cumplido 61 años, salí al exilio a los 13. No sé si regrese a Cuba, es posible que muera antes. En el momento presente –cuánto tiempo me costó saber que el presente es lo único que tenemos, que existe– estoy donde Dios quiere que esté. Y eso es lo que importa. Mis padres murieron hace ya tiempo, tengo algunos primos y mi hermana, seis años mayor que yo. Soy una especie de eremita urbana, aunque vivo en una comunidad laica franciscana en la ciudad de Hollywood, FL. Después de finalizada mi  aventura misionera en Chile con las Religiosas del Sagrado Corazón con la meta de regresar a vivir en Cuba repatriada, tener que regresar a Miami –sin trabajo, porque renuncié a mi posición en El Nuevo Herald, sin casa, sin nada porque lo vendí todo muy barato o lo regalé–, sin aquel deseo fuerte de entregar mi vida entera a una causa salvadora, redentora, desilusionada hasta el tuétano y perdido mi sentido de la vida, se me hacía casi imposible vivir en una especie de desolación casi insoportable, necesitaba una vida comunitaria de fe. La hallé. O ella me halló a mí.

Ha llegado la vejez, y la empiezo a vivir a plenitud.  Vivo confusamente este «don de los años» centrada en Dios, el camino, la verdad y la vida. Mi patria es el Amor de Cristo, pero sigo padeciendo de desarraigo. 

Mi padre, yo cargada por mi madre, mihermanita Zory, mi tía abuela, yo la llamaba
Mi padre, yo cargada por mi madre, mi hermanita Zory, mi tía abuela, yo la llamaba «Mime», madrina de mi bautizo, y mi abuela. 1950.

5 comentarios sobre “Acerca de mí

  1. Dora Felicitaciones Por Su artículo de hoy «Si Ganara un Republicano» en El Nuevo Herald, pones la verdad, pocos se atreven a hacerlo.

  2. Dora, he leído tu comentario de hoy 2/6/2016 «Si ganara un republicano». Creo que eres muy extremista y son verdades a medias que confunden y una católica, para darte un ejemplo solamente, no puede aceptar el aborto como los demócratas. No se puede «nadar en dos aguas». Me parece que decir «si gana un republicano, la Corte Suprema perdería su independencia…» Es lo más absurdo que he escuchado, esta nación tiene sus tres poderes muy independientes. Reflexiona un poco sobre tus extremismos y no veas solamente una parte, o lo que quieras tu ver. Me hubiera gustado que presentaras algo positivo de los republicanos.

    1. Es preciso que responda a su comentario porque me cita mal. Lo que dije es: «Si un republicano ganara la presidencia, la Corte Suprema podría perder su independencia como uno de los tres poderes independientes de toda democracia institucional, verdadera, y pasar a ser un apéndice, como en Venezuela, del poder ejecutivo. Porque probablemente tres puestos quedarán vacantes y los nuevos jueces serán nombrados por el presidente. Claro, tendrán que ser aprobados por el Congreso, pero sabemos que cualquiera que obtenga el cargo será un peón de los republicanos».

  3. Dora todo lo que tu escribes es magnifico y tu rechazo a este presidente lo comparto contigo Que no te confunda nadie con tus argumentos eres genial y siempre estoy contigo Claro tu con mucha mas preparacion Aqui en este pueblo hay muchos compatriotas nuestros que siguen sus ideas retrogadas sobre Cuba Yo siempre estoy de tu parte al final cuantos anos mas van ha estar repitiendo los mismos errores No se les puede exigir a los que estan alla lo que nosotros no fuimos capaces de hacer Felicidades por todos tus escritos las pocas vivencias tuyas de tu Cuba Me hacen recordar las mias Gracias siempre Eres magnifica persona Dios te Bendiga

  4. Sigue como vas Dora, no te dejes confundir por personas que son caudillistas, a Trump lo sustituyeron por Fidel, eso es todo, el subconsciente los traiciona.

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